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Capitalismo y cambio climático: del desequilibrio productivo al desequilibrio del planeta
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Octubre de 2010 - Noviembre de 2010 |
El desequilibrio productivo propio del sistema capitalista ha llevado al punto de colapso en que se encuentra hoy el planeta.
El incremento masivo de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero se produjo con la explosión industrial capitalista. En la actualidad el uso de energías fósiles por un sistema productivo de crecimiento indefinido genera contaminación, residuos, deforestación, devastación de ecosistemas terrestres y marinos y destrucción de biodiversidad. Y todos estos elementos contribuyen al cambio climático, que es la consecuencia final de todos los demás desequilibrios causados a la naturaleza.
Agotamiento de las reservas de agua, deforestación, contaminación, residuos, sobrepesca, crisis alimentarias, etc... todos estos elementos dispersos, que suelen tratarse de manera desconexa, están indirecta o directamente articulados entre sí. Este ciclo quiere poner de manifiesto el nexo entre el capitalismo y el cambio climático. Se trata de relacionar elementos no políticos con los elementos políticos, económicos y sociales de un sistema productivo de crecimiento y consumo ilimitados que tiene por objetivo asegurar los máximos beneficios en el menor tiempo posible a las grandes empresas transnacionales, y que además de arruinar al planeta, causa graves problemas a miles de millones de personas que se ven privadas de unas condiciones de vida dignas.
No hacer nada hoy es mucho más caro que invertir lo necesario para reducir el impacto del cambio climático y hacer frente a las causas que lo provocan, y además supone un trato injusto para los países empobrecidos y una gravísima transferencia de costos para las generaciones futuras, que ya saben ahora que vivirán en un planeta con graves desequilibrios ecológicos, sociales y económicos.
El clima y las necesidades humanas son, por tanto, los dos elementos que demuestran que el sistema capitalista, además de llevar al colapso, es un sistema inadecuado tanto para las personas como para el conjunto de todas las formas de vida del planeta.
EL AGUA, LA BASE DE LA VIDA. CONSECUENCIAS GEOGRÁFICAS, POLÍTICAS Y ECONÓMICAS
Pedro Arrojo
Profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza
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