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Crisis ecológica: el reto social del siglo XXI
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Abril de 2008 - Mayo de 2008 |
La crisis ecológica mundial en la que nos encontramos inmersos está perfilando un futuro incierto, estamos comprometiendo la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras.
Más allá de los aspectos más mediáticos como el cambio climático y la contaminación atmosférica, este ciclo quiere profundizar en otros aspectos de esta crisis ecológica mundial, la alimentación, la energía y el agua y al mismo tiempo quiere mostrar la importancia de los factores socioeconómicos e institucionales en la génesis de la crisis, así como la necesidad de cambios profundos en las maneras de producir y consumir, en los hábitos de las personas y en la organización socioeconómica de las sociedades.
El agua, por sus valores ecológicos y sociales, es más que un recurso, es un medio natural imprescindible que es necesario preservar: además de valorarlo como un recurso es necesario reconocerlo como parte indispensable de la vida y del medio ambiente. El paso de una cultura del agua exclusivamente hidráulica a una nueva cultura del agua comporta compatibilizar su uso y explotación con la conservación del medio, hay que reconocer su función ecológica y social y su papel como un bien público que es necesario proteger y conservar. Es indispensable entender la gestión del agua desde otra mirada basada en un uso sostenible de este bien natural.
¿La agricultura industrial actual asegura la provisión de alimentos para toda la humanidad? ¿O el uso y abuso de plaguicidas y fertilizantes químicos, la modificación genética de las semillas, la ingesta de frutas y hortalizas de fuera de temporada y producidas en el otro extremo del mundo están poniendo en peligro la soberanía alimentaria de los pueblos? Los acuerdos comerciales internacionales nunca deberían regularse por encima de los intereses sociales, ambientales y nacionales relacionados con la alimentación y la agricultura.
Es necesario un cambio del modelo energético actual dependiente de los combustibles de origen fósil. El final del suministro de petróleo barato tendrá grandes consecuencias socioeconómicas en un contexto internacional con una economía fuertemente dependiente del “oro negro”. La gran agroindustria y las grandes empresas energéticas en alianza con muchos de los dirigentes políticos actuales han descubierto nuevas fuentes de beneficio en los agrocombustibles (y no biocombustibles) y en las energías renovables, relegando a un segundo plano la imprescindible necesidad de una reducción del consumo energético.
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EL AGUA, RECURSO ESCASO
Pedro Arrojo
Profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza. Fundación Nueva Cultura del Agua
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