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Reflexiones después de una guerra. ¿Cómo podemos detener al Imperio?
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Octubre de 2003 - Noviembre de 2003 |
A medida que pasa el tiempo se confirma lo que se temía: la guerra en Irak estaba decidida y las armas de destrucción masiva no eran el motivo para iniciar la guerra preventiva, si acaso eran la excusa. Había otros motivos y muchos intereses en el origen de esta invasión anunciada e imparable.
Demostrar el poder militar de la superpotencia que marca el destino del mundo, desmantelar las Naciones Unidas, boicotear la Unión Europea, hacer inviable la Corte Penal Internacional. Además, naturalmente, de los intereses económicos de los partidarios de la guerra para controlar el petróleo de Irak y destruir primero, para después construir, ambas situaciones convertidas en negocio. Justificar la necesidad de la industria armamentística de los Estados Unidos y afirmar una hegemonía político-militar indiscutida.
Nos quieren hacer creer que la lucha contra el terrorismo lo justifica todo y que los Estados Unidos lideran esta lucha. Pero es que son los Estados Unidos, tal como dice Noam Chomsky, "los campeones mundiales del terrorismo". Chomsky también rebate la idea de que el terror sea el arma de los pobres, bien al contrario, dice "es el arma de los ricos".
Pero los movimientos sociales y la opinión pública mundial cada vez tienen más fuerza. Incluso los Estados Unidos saben que si no ganan la batalla de la opinión pública mundial pueden perder todas las otras.
En el presente seminario se analizan todas estas cuestiones desde la perspectiva de si es posible detener el imperio con el convencimiento de que podemos hacer mucho.
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