La Fundación concedió en el año 1987 el Premio Internacional Alfonso Comín a Leonardo Boff. Leonardo Boff, junto con su hermano Waldemar, creó el Serviço de Educação e Organização Popular (SEOP), que trabaja en diferentes lugares donde vive la gente más marginada, entre ellos la Baixada Fluminense que está situada a 40 Km. de Río de Janeiro y a 30 Km. de Petrópolis. La región es una de las más violentas de Brasil.
El municipio de Duque de Caxias, donde se encuentra la creche-abrigo Lar de Vasti, es uno de los 15 municipios del Gran Río y forma parte de la Baixada Fluminense (habitada por 1.200.000 de personas, unas 300.000 familias). Se calcula que el 30% de la población de esta zona vive en condiciones de extrema pobreza, con ausencia total de la asistencia del estado y con una fuerte presencia de las mafias de la droga. La Baixada Fluminense se fue poblando en los años cincuenta como consecuencia de la creciente industrialización. La gran mayoría de las personas que residen son inmigrantes de bajo poder adquisitivo. Viven de trabajos eventuales y las mujeres trabajan haciendo faenas domésticas en las casas de las familias de Río. Sus casas son muy pobres, muchas construidas con madera, papel o plástico. No hay agua potable. No tienen luz eléctrica porque es muy cara. La recogida de basuras no existe. Hay algunas escuelas, pero ninguna guardería de iniciativa municipal o estatal. Una creche es una gran ayuda para comunidades que viven en estas condiciones.
El proyecto consistió en reforzar la creche-abrigo Lar de Vasti, fundada y dirigida por D. Vasto Gomes de Macedo desde mediados de los años ochenta. Empezó a hacerse cargo de los niños, las madres de los cuales tenían que ir a trabajar a Río. Ella los recibía y los cuidaba hasta que sus madres volvían por la noche y, si no podían volver, ella se ocupaba durante toda la semana. En el año 1995 el SEOP empezó a ayudar a la creche , que atendía a unos sesenta niños, proporcionando alimentos y capacitación pedagógica.
Las familias relacionadas con la creche-abrigo Lar de Vasti son ochenta y pertenecen a Vila Angélica (donde viven seiscientas familias). De estas ochenta familias no todas llevan a sus hijos, algunas colaboran en los diferentes trabajos y servicios que presta la creche , otras asisten a los encuentros que se organizan.
Al finalizar el proyecto a la creche-abrigo Lar de Vasti asistían ochenta niños y niñas, de edades comprendidas entre 0 y 6 años y había once cuidadoras y educadores.
La colaboración de la Fundación permitió mejorar las instalaciones. Se construyó una sala o aula grande polivalente, una parte de la cual está destinada a actividades pedagógicas y a sala de juegos; en la otra parte del aula hay literas para que los niños puedan hacer la siesta. También se quedan a dormir los niños y niñas las madres de los cuales trabajan en Río y sólo los pueden recoger los fines de semana, o bien aquellos niños que no tienen a nadie. También se construyó una gran terraza con una veranda que ocupa toda lo largo que es el edificio y que tiene tres metros de ancho. Es aquí donde los niños pasan la mayor parte del día haciendo juegos pedagógicos y aprendiendo a leer y escribir. También comen. Al final de la terraza hay dos lavabos y dos sanitarios. Así mismo, en un extremo de la creche se construyó un baño con dos duchas y dos sanitarios, que son utilizados por los niños y adolescentes que se entrenan en el campo de fútbol que hay en una explanada cercana, y en el otro extremo unos lavaderos para poder lavar la ropa.
En el año 2000 en la creche trabajaban un total de quince personas que desarrollaban actividades diversas. Todas recibían un salario modesto y una ayuda para comer. El SEOP, junto con el Comité de Ciudadanía, les ofrece cursos mensuales de capacitación.
Con las mejoras de la creche han renacido espontáneamente manifestaciones de la cultura afroindígena, y ha surgido a su alrededor un grupo de teatro, uno de danza y otro de música.
Desde su inicio hasta la actualidad la creche Lar de Vasti ha hecho una evolución muy positiva. Las infraestructuras han sido indispensables para consolidar y sacar adelante el proyecto, ya que pasó de funcionar precariamente cuando era un barracón a poder atender de una manera digna las necesidades de la comunidad. Ha mejorado la comida de los niños, la asistencia pedagógica, la asistencia sanitaria básica y la organización interna y ha podido aumentar el número de niños y niñas a los que se da atención.
Actualmente, gracias a estas mejoras, la creche-abrigo Lar de Vasti es una entidad con personalidad jurídica sin ánimo de lucro con reconocimiento municipal y estatal, igual que las otras guarderías de la Baixada Fluminense que han recibido apoyo del SEOP.
La creche ha sido muy positiva no sólo para los niños y sus familias sino también para la comunidad, dado que funciona como un nexo de articulación del movimiento comunitario y como un núcleo de la ciudadanía., La creche Lar de Vasti es mucho más que simplemente un equipamiento de asistencia social, es un centro educativo y una "trinchera de resistencia cultural", tal como dice Waldemar Boff. |