En el año 2002, la Fundación concedió el Premio Internacional a The Jerusalem Link, formado por dos organizaciones independientes de mujeres, una palestina y otra israelí, que trabajan en común para conseguir una paz justa, real y para siempre, entre el pueblo palestino y el israelí. La organización palestina, Marcaz Al-Quds La L-Nissah (Jerusalem Center for Women) JCW planteó a la Fundación la posibilidad de dar apoyo a los proyectos de resolución de conflictos que desarrollan.
El objetivo central del JCW es progresar en los derechos de las mujeres palestinas y en la condición e implicación de las mujeres en la sociedad palestina. También está comprometido en la protección de los derechos humanos y en la realización de la paz en Oriente Medio, basada en la justicia. Constantemente desarrollan estrategias concretas para capacitar a las mujeres palestinas a realizar estos objetivos.
JCW ha establecido una red coordinada de organizaciones palestinas e israelíes, -así como organizaciones árabes internacionales de mujeres-, que cooperan juntas sobre la base de la paridad, reciprocidad y respeto mutuo. En coordinación con otras organizaciones no gubernamentales palestinas, JCW solicita controlar las violaciones de los derechos humanos (particularmente aquéllas contra las mujeres) cometidas tanto por el gobierno israelí como por la Autoridad Nacional Palestina (ANP). JCW es fundador y un miembro activo de la coalición "paraguas" Palestina, del Consejo Palestino por los Derechos Humanos, iniciador y coordinador del Lobby por los Derechos Humanos, en Jerusalén.
Proteger el derecho palestino a la soberanía sobre Jerusalén este -y hacer que el problema capte la atención de la comunidad internacional- es un compromiso continuo. JCW cree que las acciones unilaterales del gobierno israelí para consolidar su anexión ilegal de Jerusalén este son provocativas y peligrosas para el desarrollo de las conversaciones del estatuto final.
Desde el principio, las mujeres de Jersulam Center for Women han sido conscientes del hecho que, para trabajar por la paz, se tenía que definir la paz y las condiciones para propiciarla. JCW y Bat Shalom, su homólogo del Jerusalem Link, han trabajado duro para encontrar bases y unos principios comunes en su labor política conjunta hacia la paz. Los principios más importantes, que representan las condiciones para una paz justa, incluyen lo siguiente: un estado palestino en las tierras ocupadas en 1967, en el que se comparta Jerusalén como capital de dos estados; los asentamientos judíos en los territorios ocupados son ilegales y han de ser desmantelados; la seguridad ha de estar garantizada por las dos naciones por igual; una resolución justa ha de encontrar la solución al tema de los refugiados según las resoluciones de la ONU; es necesario adoptar medidas pacíficas para conseguir una resolución política, y todos los esfuerzos tendrían que orientarse a conseguir tanto una reconciliación histórica como la prosperidad económica, la justicia social y la igualdad entre mujeres y hombres. Las mujeres son indispensables en cualquier proceso de mantenimiento de la paz.
Actualmente, el territorio palestino de Gaza y Cisjordania es el 22% de la Palestina histórica. El estado de Israel tiene el otro 78%. Además, Gaza y Cisjordania están ocupadas por el ejército israelí y, dentro de estos territorios ocupados, están los asentamientos de más de 400.000 colonos judíos venidos de Europa y de los Estados Unidos, que controlan aproximadamente el 42% de Cisjordania. En estos territorios ocupados hay también campos de refugiados palestinos expulsados de sus tierras.
La ocupación también tiene una dimensión fuertemente represiva: asesinatos de dirigentes, torturas, miles de prisioneros, etc. En definitiva, terrorismo de estado.
Estas agresiones continuadas provocan la protesta y la resistencia de los palestinos. Pero además, grupos extremistas realizan atentados terroristas que, sobre todo, afectan a la población civil israelí. Todo junto supone una escalada de violencia que aleja cada vez más una salida dialogada.
El proyecto de formación de mujeres en técnicas de resolución de conflictos ha instruido a mujeres jóvenes en el campo del "conflicto-resolución", de la definición de "paz" y de los valores y prácticas democráticas. La principal idea es introducir que hay alternativas para afrontar los conflictos. El proyecto se centra en dos aspectos principales del conflicto: el social y el político.
El JCW decidió tirar adelante el proyecto sólo con jóvenes activistas palestinos (un total de cuarenta), la mayoría chicas, para prepararlos de cara al momento en que haya condiciones para llevar a cabo un diálogo binacional entre palestinos e israelíes. También tiene como objetivo reclutar a jóvenes con el fin de que participen en futuros programas de resistencia no violenta (vigilias, manifestaciones y otras acciones), que reciben el apoyo de JCW y de Jerusalem Link. En un principio el proyecto estaba dirigido a mujeres palestinas e israelíes, pero la situación política no ha permitido la realización del proyecto conjunto y ha tenido que ser modificado.
Los contenidos de las sesiones han sido los siguientes: relación de gestión de conflictos con otras disciplinas (sociología, psicología, ciencia política, etc.), definición de paz frente a conflicto (nacionalmente vs. binacionalmente), interacción y comunicación no violentas (en casa, en el trabajo, en la vida política), relaciones entre mayorías y minorías (en los ámbitos social y político), igualdad de derechos frente a derechos en conflicto, diversidad cultural, el lenguaje de la democracia (valores y prácticas democráticas), técnicas de resolución de conflictos, comunidad democrática y soluciones democráticas, tolerancia y progresismo, derecho de asociación y de expresión, decisión por compromiso, necesidad de acuerdo y gestión sostenible de conflictos.
Esta iniciativa del Jerusalem Center for Women (JCW) será utilizada como un proyecto piloto que se ejecutará a gran escala en el futuro.
Cada participante ha compartido sus conocimientos con los miembros de su familia (unas cinco personas) y con los compañeros y compañeras de trabajo (unas dos personas). Así pues, 280 personas se han beneficiado de los conocimientos cualificados enseñados a los participantes en los cursos de formación.
Este proyecto de curso sobre técnicas de resolución de conflictos es un componente esencial del programa de construcción de la paz del Jerusalem Center for Women. |
