Izquierdas emergentes en América Latina

Octubre de 2006 - Noviembre de 2006

En el último medio siglo América Latina ha sufrido interferencias del gigante del Norte, con una serie de guerras y dictaduras militares, y un peso creciente de políticas neoliberales que han fomentado el endeudamiento, la corrupción y una fuerte dependencia respecto al gran capital transnacional.

Desde el inicio del nuevo siglo, las izquierdas parecen recuperarse en muchos países, tanto las izquierdas más convencionales como otras fuerzas emergentes con un perfil renovado. En Brasil ocupa la presidencia un sindicalista, despertando las esperanzas de millones de marginados rurales sin tierras y de pobres urbanos de las favelas , pero topando al mismo tiempo con enormes dificultades. En México se pone fin a 72 años de gobierno ininterrumpido del PRI y la sociedad es conmocionada por la aparición del zapatismo como expresión de la entrada de los pueblos indígenas en la vida política. En Venezuela gana repetidamente las elecciones un militar de piel oscura, odiado por la oligarquía, que hace una política favorable a los intereses de las mayorías. En Bolivia llega a presidente un dirigente cocalero que empieza su mandato nacionalizando los hidrocarburos.

Estas experiencias tienen en común la opción clara por la vía electoral y democrática y la voluntad de unirse a las grandes mayorías populares, que quiere decir, en muchos países, la población indígena y mestiza, tradicionalmente marginada del sistema político. ¿Hacia dónde van estas experiencias políticas? ¿Están justificados los temores sobre derivas “populistas” y las desconfianzas sobre el discurso de la “autonomía indígena” como forma de etnicismo excluyente y premoderno? Al observador europeo le llama la atención la radicalidad de unos líderes que promueven nacionalizaciones, rechazan las privatizaciones y critican abiertamente el neoliberalismo, al mismo tiempo que exploran nuevas formas de cooperación entre países al margen de las reglas del libre mercado capitalista. ¿Estamos ante una renovación de la izquierda o de unas aventuras sin futuro?